Nuestra comunidad davinciana comenzó así… después de atesorar la idea durante mucho tiempo, un
ingeniero en
construcción italiano, que llevaba varias décadas en Chile, Paolo Brizzi Baratta, convenció a su
amiga
docente Mirta Carreño Parada y a su hija ingeniera María Elena Brizzi Vega, de unir cada uno de sus
talentos
y profesiones para conseguir el sueño de crear una comunidad de aprendizaje de valores clásicos
universales, para impulsar a los niños y niñas a desarrollar su máximo potencial, educándose para la
vida
y para el logro de sus propias metas.
Este lugar podría situarse en el centro de una villa que él estaba construyendo, en lo que antes era
un
enorme campo, donde las tierras cubiertas de vegetales y animales pastando se fueron convirtiendo
poco a
poco en un espacio residencial de muchas casas, que sus dueños con amor, convirtieron en hogares
para sus
familias. El nombre que escogió Paolo para este lugar fue: Villa Florencia, dado su gran amor por
Italia,
cuyo país era también, la cuna de las artes y del gran Leonardo Da Vinci.
Justamente, escogieron el perfil de Leonardo da Vinci para inspirarse en su proyecto educativo,
debido a su
gran voluntad de acción, su pasión, y perseverancia en perseguir desafíos y lograr metas. Leonardo
pensaba
y hacía las cosas desde sí mismo, buscando la constante evolución y destreza, aquello le permitió
innovar y
adelantarse a su época pudiendo ofrecer nuevas perspectivas de las cosas a sus contemporáneos y a
las
futuras generaciones.
Dadas estas características y muchas otras más, es que a Leonardo le dan el apelativo del Gran Hombre
Universal, y eso significa que entendía las matemáticas, las artes, la oratoria, la banquetería, la
botánica, la anatomía, la filosofía y mucho más, como conocimientos integrantes de un único todo,
recalcando
la importancia de articular Cuerpo, Mente y Alma en cada ser humano.
Esta comunidad educativa, desde el comienzo, tuvo como objetivo que los niños y niñas encontraran
todo lo
necesario para lograr una vida tranquila y feliz, disponiendo de un lugar de esparcimiento, de
naturaleza y
fácil acceso. Es decir, que no recorrieran largas distancias para estudiar y que este lugar tuviera
un rol
activo y trascendental, promoviendo un sentido de pertenencia y orgullo para todos los habitantes de
Villa
Florencia.
Fue así, como al igual que Leonardo, durante estos años de crecimiento, nuestra comunidad se ha ido
distinguiendo por buscar nuevas propuestas que despierten y focalicen una manera de aprender y
enseñar,
que cultiven no sólo el dominio de la razón, sino que impulsen una formación orientada a la
construcción
personal del Ser, dotándoles de herramientas que permitan desarrollar y fortalecer las habilidades
sociales y de comunicación, para que cada uno de ustedes logre explorar sus potencialidades, darle
contenido
propio a sus competencias, conectar con el sentido trascendente de la vida y compartirlo con el
mundo de la
mejor manera.
Nuestro compromiso es avanzar día a día en crear modelos de aprendizaje que promuevan la formación de
personas íntegras con capacidad de decisión, que descubran sus talentos y sean fieles a sus
principios,
convirtiéndose en un aporte a la sociedad y a su crecimiento.